Estas bendiciones tuve porque guardé tus mandamientos. Salmo 119:56.
Debemos buscar la felicidad en la forma correcta, y
en la fuente correcta. Algunos piensan que seguramente pueden
encontrar la felicidad en una conducta de satisfacción en placeres pecaminosos, o en atracciones mundanales engañosas.
Y algunos
sacrifican obligaciones físicas y morales
pensando encontrar felicidad, y pierden tanto
el alma como el cuerpo.
Otros buscarán su felicidad en la complacencia de un apetito desnaturalizado, y consideran la
complacencia del gusto más deseable que la salud y la vida.
Muchos se permiten estar encadenados por
pasiones sensuales y sacrifican la fuerza física, el intelecto y los poderes de la mente en la gratificación del
placer. Descenderán
prematuramente a la tumba, y en el juicio serán acusados de haberse asesinado.
¿Es deseable esta... felicidad que se encuentra
en el sendero de la desobediencia y de la transgresión de la ley física y
moral?
La vida de Cristo señala la verdadera fuente de
felicidad, y
de qué manera debe alcanzarse. Su vida señala
el camino directo y único al cielo.
Escuchemos la voz de la sabiduría. Permitamos que marque nuestra senda. “Sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz”. Proverbios 3:17.
Las
tentaciones están a cada lado para atraer los pasos de los
jóvenes hacia su ruina.
La
triste deficiencia en la educación de los hijos los deja débiles e indefensos, fluctuantes en carácter, flojos
en intelecto y deficientes en fortaleza moral, de tal manera que lejos de imitar la vida de Cristo, generalmente los jóvenes son semejantes a una caña que se estremece
por el viento. No tienen constitución física o poder moral porque ceden a las tentaciones.
Por medio de complacencias pecaminosas, mancillan su pureza, y sus modales están corrompidos. Son
intolerantes hacia las limitaciones, y se lisonjean de que si pudieran hacer lo que quisieran, entonces serían muy felices...
Si los niños
y los jóvenes quisieran buscar su bien terrenal
más elevado, deben buscarlo en la
senda de la obediencia fiel.
Un estado
físico sano, que es el mayor premio terrenal, puede obtenerse sólo
por medio de una negación del apetito
antinatural.
Si en verdad quisieran ser felices, deberían buscar alegremente estar en el puesto del deber, haciendo con fidelidad la obra que les corresponde, conformando su corazón y vida al modelo perfecto.
The Youth’s Instructor, abril de 1872. [209]
No hay comentarios:
Publicar un comentario