Por ejemplo,
Saúl recibió amonestación tras amonestación, y se le dieron muchos años para
que reflexionara antes de que finalmente eligiera proceder de acuerdo con su
propia voluntad.
Pero Elí se
rindió ante las exigencias familiares en vez de cumplir con su deber ante Dios
en bien del pueblo.
La virtud no
se hereda; se adquiere.
Los hijos de
Elí heredaron una responsabilidad sagrada y un nombre honorable. Sin embargo,
debido al egoísmo, de tal manera se habían convertido en siervos de Satanás,
que merecían la reprobación unánime del pueblo.
Cuando su
padre dejó de ejercer su autoridad, se le advirtió
que así como la reverencia y la honra producen una cosecha de buen carácter y utilidad,
también cuando se siembran irreverencia y deshonra, los resultados son pesares y chascos (1 Samuel 2:32).
que así como la reverencia y la honra producen una cosecha de buen carácter y utilidad,
también cuando se siembran irreverencia y deshonra, los resultados son pesares y chascos (1 Samuel 2:32).
"La ley del servicio propio
es la ley de la destrucción propia"
(DTG 577). EGW MHP