miércoles, 22 de enero de 2020

18. ¡CUÁN TOLERANTE ES DIOS!


Por ejemplo, Saúl recibió amonestación tras amonestación, y se le dieron muchos años para que reflexionara antes de que finalmente eligiera proceder de acuerdo con su propia voluntad.

Pero Elí se rindió ante las exigencias familiares en vez de cumplir con su deber ante Dios en bien del pueblo.

La virtud no se hereda; se adquiere.

Los hijos de Elí heredaron una responsabilidad sagrada y un nombre honorable. Sin embargo, debido al egoísmo, de tal manera se habían convertido en siervos de Satanás, que merecían la reprobación unánime del pueblo.

Cuando su padre dejó de ejercer su autoridad, se le advirtió 
que así como la reverencia y la honra producen una cosecha de buen carácter y utilidad, 
también cuando se siembran irreverencia y deshonra, los resultados son pesares y chascos (1 Samuel 2:32).

"La ley del servicio propio
 es la ley de la destrucción propia"
(DTG 577). EGW MHP